SONETOS Y GRACIAS (MATERIAL DE LECTURA INEVITABLE)
Mis Harapos, uno de esos engendros
surgidos por iniciativa de Fiche, surca las trans épocas y recorre las multi
dimensiones identificando prácticas diversas en una misma esencia histórica: el
ser sujeto colectivo que se arremanga lo que cubra sus extremidades (o se lo recubre si hace frío), zambulléndose en la realización de lo que esté
necesitando. (Sí, claro; por supuesto que Fiche agregaría: “… lo que no puede
prescindir de relaciones de alguna instancia con el proceso de asunción de
reivindicaciones mayoritarias y representativas; lo cual no puede alcanzar
ninguna de sus posibles conformaciones de existencia al margen del ejercicio de
la soberanía sobre las circunstancias en un concreto territorio.”)
Sus integrantes (y apenas si nos
referimos a personas singulares de explícita participación en los asuntos
públicos), han concebido, entre las necesidades denotadas más arriba, la de ponerse
a escribir sonetos. (En una sobremesa de un asado, en las afueras de Pehuajó
-Provincia de Buenos Aires-, pasé tres horas escuchando a Fiche hablar sobre el
contenido antimperialista de esta labor conjunta). Completaron la obra “Sonetos
y gracias”, consistente en diez grupos de cuatro sonetos cada uno, (ocho de
autoría unipersonal y dos tetra multiplicados entre personas diferentes), más la
yapa, quedando afectadas todas las personalidades protagonistas de este
trabajo creativo de modo tal que continúan con el hábito, traspasando mediante el
mismo los imaginarios umbrales de la finalización del libro.
A continuación, una representativa
muestra de aquello que da título a esta entrada:
EXPLOTAN LAS PUPILAS
En otros universos con sus cielos
cubierto de los rayos de otra esencia
satisfago el aliento en que defeco
calmando los estados de emergencia.
Inclino la cabeza hacia atrás
y explotan las pupilas de otros tiempos
riendo en cada lágrima un jamás,
solfeándole intersticios a los vientos.
No es esta la existencia que conozco
extinto y sido a fondo en otra lengua
moviéndome en las ondas de lo tosco.
Sutiles, los etéreos armazones
exprimen jugo al cuore cuando menguan
desde otros mundos tele-bandoneones.
Fiche, 8/11/2019
DEL RUBRO ALIMENTICIO SIN SER LECHE
Me meriendo una rana que no exuda
la leche que pretendo nutritiva.
La tuesto y le unto miel estando viva
y al morder la tostada queda muda.
Ayer bebí del cántaro las fuentes
que nutren con su líquida sustancia
fermentos que en remotas circunstancias
crearon sus aromas pestilentes.
Hoy masco la raíz de aquel perfume
ceñido a sus resabios diluidos.
Me duermo junto al fin que se consume.
Mañana serán ostras los pendientes
que al filo de cesar habrán huido
colgando de unas vísceras vertientes.
Sola Panda, 21/2/20
MARTES 13
IV
Boyando en una ciénaga de música
me hundo en el fragor de un intersticio.
Me amparo en la erosión de alguna cáscara
flotando en la atracción de un precipicio.
Enciendo identidades que son únicas
sobando a dentelladas algún límite.
Ablando las durezas de la máscara
desenlazando hipnosis en un trámite.
Empiezo a no sentir esta materia
al borde de tornar indiferente.
Me aferro a este latir de las arterias.
Me lanzo hacia mi ser que está en los otros;
me vuelvo, junto a todo, el mismo ente.
Me calman los mayores terremotos.
Adrián Figueroa, martes 13/3/2018
RIMA
El rimar es una papa;
yo te lo digo de frente.
(Esto rima con entente
y lo anterior con sopapa).
Pero hay que darle un sentido
o imprimirle alguna gracia
(acá rima con falacia
y arriba con engrupido).
La rima es una baranda
para saltar al vacío
disfrutando la zaranda.
Si te calienta el rocío
o te congela una banda,
¡rimá como pasa el río!
Grisel Mariátegui, 2021/2022
DISFLUENCIAS
Mi viejo pita un finito
Yo quiero un humo titán
Mi doña mama frasquitos
Que le arriman alquitrán.
Bermellones en la herida
Morando maduras van
Pretensiones a medida
Mutar a reliverán
Alucinación prevista
Inquietante proyección
Demencia tildada en lista
Sensaciones insumisas
Sentidos sin conducción
Sentencias que se precisan
Malena Luxemburgo, 19/3/2022
ETHOS III
A veces ya ni respiro
cuando envuelvo alguna idea.
Me desentraño hacia afuera
y a la muerte me convido.
Me arrojo contra lo eterno,
desvanecido y fluido.
Me afirmo y me contradigo.
Me extraño y así me siento.
Aspiro el aire, vivido.
Soplo la vida y me vuelvo.
Y expreso con un suspiro
lo que aspiro en el momento:
irme bien lejos de nuevo
al borde de un argumento.
Anselmo Mondiola, 30/4/2019
CULO
Ayer me lavé los huevos
en un fuentón que’s prestado.
Quedé un tanto preocupado
aunque sintiéndome nuevo.
Porque pude percibir,
¡y tan de primera mano!
de un deseo, este batir:
-Ya que estás, frotate el ano.
Ahí nomás me lo froté
excusándome en la higiene.
Sin mácula lo dejé.
En el camino aprendí
que no solo tengo pene
y en mí mismo me perdí.
El Piquetero, 2021
ENTERITA VOY FLUYENDO
Cuando piso, piso fuerte con diferentes recursos.
Pero, si quiero, levito. No me rompan los ovarios.
Me le animo a todo enclenque y me morfo a cualquier urso.
Colecciono las caídas de miríadas de otarios.
Y si ando haciendo espamento, no es por agrandarme un pito.
Disfruto mecerme suave entre el sostén de lo blando.
Me conmueven los sentidos de los gestos chiquititos.
Pero enarbolo los dientes, nomás, por seguir andando.
En cuantito me descubren, se me desnuda el amparo
de mostrar ferocidades contra vientos y mareas.
Quedo desnuda y enciendo, de mis vacíos, el faro.
Así me siento tan frágil como aliviada y liviana.
Sé que impresionan con fuerza mis emociones de rea.
Yo trabajo cada día desde ayer hasta mañana.
Sofía Quiroga, 2019
PERGEÑANDO UN SONETITO
Me estoy fumando las tucas
de los meses de verano.
Le suelto el hilo a la nuca
fumándolas por el ano.
No siempre sale al derecho
pergeñar este artificio.
Dando lo dicho por hecho,
confundo los orificios.
Fumaba por las narices,
les cuento, sin ir más lejos,
con resultados felices,
sin quemaduras, ni ronchas.
A veces tengo el reflejo
de fumarlas por la concha.
Amapola Gorriti, 30/06/2019
TITULANDO
Con esa cara de un busto de Platón
andaba el forro ese atribulando,
mientras que, con menos tino que un ratón,
recorría perímetros del patio.
Sostenía, les juro, un mamotreto,
que exaltaba abrazado contra el pecho.
Y, con menos cintura que un cateto,
se encorvaba ante invisible techo.
Muy francamente lo descrito expresa
profunda claridad en sus razones:
un vino caro arriba de la mesa,
y el crédito de las instituciones.
Intento posponer mis conclusiones
y pierden, teoría y cuerpo, su cabeza.
Pascual Pirelli, 20/6/19
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