MUESTRA 2. EL PIQUETERO: DE "FINITOS", "LA QUEDÓ CON EL CHAMPÚ"
La
quedó con el champú
por
falta de hábito.
Disolvió
su ilusión
extraviándola
en sus redes neuronales,
y
enajenándola en un montón de burbujitas,
que
subieron
subieron
y
dejaron de ser tras la explosión.
Amaneció
desconociéndose
y
recelándose.
-Un tipo con esa cara es capaz de cualquier cosa
-pensó
redescubriéndose
tras
las manchas del espejo roto.
-Y yo también.
El
padre era botón,
y
él era idiota.
Se
inventó sin querer la escena que le comió la mente,
en
la que descolgados cuadros de su vida
promiscuamente
se citaban
y
confundían
y
se ataban y se desataban,
y
sólo pudo ser el nudo de sí mismo.
La
minita y las sonrisas,
la
grave acusación moral de un tango prototípico,
el
aguijón del consumo,
y
el multitudinario cadáver maloliente
de
sus deseos abandonados como bebes.
Le
birló a papi la reglamentaria
casi
con una sensación de venganza por los golpes
y
degustó el anticipo de la próxima,
la
de la acción a que se vio impelido
como
una forma de empardar
el
peso del desprecio descalificante
y
el trato recibido.
Salió,
como
un idiota,
sin
saber si encaraba una cruzada moral,
un
desahogo del resentimiento,
o
un zarpazo bestial de cazador enceguecido por el hambre
a
que lo confinó el retorcimiento anulador de sus instintos.
Una
irrupción grotesca
y
su grotesca muerte
sin
daños en las filas enemigas.
Comentarios
Publicar un comentario